A las 05.00 am ya tengo el ojo abierto, el tema del nuevo huso horario se hace notar. María aún duerme por lo que aprovecho para comprobar los movimientos de la tarjeta con la wifi. Aparece una autorización por un importe de más de 200 euros por parte de Alamo. Deduzco que será una retención que realizan en concepto de garantía pero a consecuencia del episodio del día anterior con el tema de los seguros dudo por un momento. Lo mejor será llamar más tarde para salir de dudas.
Bajamos a la recepción a primera hora y
conocemos al dueño del negocio, también habla un perfecto español así que le
pregunto si me deja hacer una llamada local a Alamo para aclarar el entuerto de
la retención de la tarjeta; asiente y me dice que primero desayunemos y luego
haga la llamada desde la habitación, que me dará línea. Aunque el desayuno no
aparece como incluido en la reserva, el hotel ofrece a los clientes un enorme
muffin (a elegir entre chocolate y banana), una botellín de zumo y café de
autoservicio en la máquina que se ubica en recepción. Lo suficiente para llenar
el estómago y poder tirar unas horas.
En la habitación contacto con Alamo, pido
operar en español para dejar todo muy claro y me pasan con un intérprete que
resulta ser muy competente y profesional. En efecto el cargo es una retención
preventiva que se reintegra al devolver el vehículo (supongo que será por el
tipo de tarjeta empleada). Como la conversación es grabada anoto el número de
identificación de la misma, el nombre del operador que me atiende y también la
hora, no sea que luego surja algún contratiempo y haya que reclamar.
Con el entuerto deshecho ponemos rumbo a la
zona del cartel de Hollywood. Es sábado y la temprana hora facilita un tránsito
ágil por las autopistas de la ciudad. Tengo anotadas un par de direcciones para
acercarnos lo más posible al cartel con el coche; con la primera (Mulholland
Drive) no obtenemos buen resultado, con la segunda (Canyon Lake Drive) hay más
suerte. Avanzamos un poco con el coche hasta encontrar una zona dónde se puede
aparcar. Una pareja de españoles que vimos en el vuelo del día anterior se
hacen fotos en el paraje, les saludamos. Nos damos una vuelta por la zona para
acercarnos a pie a la zona del cartel y regresamos al coche desde dónde se
obtienen vista de la ciudad y del embalse conocido como Hollywood Reservoir,
justo en dirección contraria al archiconocido cartel.
Es hora de poner rumbo a Universal Studios,
en apenas 10 minutos accedemos al parking. Son las 08.30 am y la organización
en el aparcamiento a la hora de dirigir y distribuir los coches que van
llegando es perfecta. Mostramos el recibo impreso que traemos desde casa y
accedemos sin novedad. Para llegar a la entrada del parque hay que atravesar el
Citywalk, un complejo de restaurantes y zona de ocio al descubierto de dos
plantas; en menos de 10 minutos estamos en el acceso principal. Nos alegramos
de no haber optado por el parking VIP frente al parking general ($20 frente a
$16); definitivamente no merece la pena pagar más, el parking general te deja
muy cerca de la entrada.
A la izquierda del acceso principal hay una
pequeña taquilla en la que canjeamos los recibos impresos que portamos ($79
cada uno) por unas tarjetas que nos dan acceso al parque para 3 días (a gastar en
el próximo año). Nos piden identificación y nos toman la huella dactilar. Solo
nos queda pasar un control de seguridad en el que se revisan las mochilas (no
se puede introducir comida en el parque, salvo fruta) y estamos en el acceso
principal. Unos minutos antes de las 09.00 am abren las puertas y pasamos por
los tornos identificándonos con la huella que poco antes nos habían tomado.
Había estudiado la ubicación de las
atracciones y su demanda por parte del público así que lo primero que hacemos
es dirigirnos al final del parque para bajar a través de unos largos tramos de
escaleras mecánicas al Lower Lot. Allí se ubica la atracción de Transformers; un
simulador virtual 3D. No voy a dar mucho detalle de las atracciones para no
desvelar demasiada información. Sólo diré que esta nos encanta y como no hay
cola, repetimos. Salimos de allí y a pocos metros se ubica The Mummy (La Momia);
se trata de la única montaña rusa real que hay en el parque y por supuesto
ambientada en la famosa película. Es una atracción corta, pero intensa.
Caminamos unos metros y accedemos a Jurassic Park, sigue sin haber colas en las
atracciones de esta zona por lo que accedemos rápidamente. En esta hay que
estar prevenidos para no salir completamente empapados. Al finalizar la atracción
hay unos aparatos de aire para que la gente pueda secarse la ropa, el pelo…los
estadounidenses siempre atentos a todos los detalles….
A lo largo del parque hay aseos y fuentes
de agua potable por todos los sitios, por lo que hidratarse en días de alta
temperatura no se convierte en un problema. Antes de abandonar el Lower Lot
visitamos brevemente un stand en el que se expone material de atrezzo y
vestimenta de algunas películas. Como elemento destacado sobre todos los demás
sobresale el Delorean que Marty McFly empleaba en Regreso al Futuro para viajar
por el tiempo.
Retornamos al Upper Lot e intentamos
mitigar el incipiente calor con los difusores de agua pulverizada que aparecen
diseminados por todo el parque. Nuestro siguiente objetivo es el ride de Los
Simpsons; otro simulador virtual 3D. Aquí se empieza a notar que es sábado y
que ya no es tan temprano por lo que nos toca esperar cola de media hora. Desde
aquí nos vamos a un escenario cubierto con un aire acondicionado puesto a
demasiada potencia donde podemos ver un show que muestra algunos efectos
especiales empleados en la industria del celuloide.
Es hora de dirigirse a la zona de tour por
los estudios de la Universal que son el plato fuerte del parque. Con una
duración algo inferior a la hora escogemos
hacerlo en idioma español (en inglés hay más frecuencia de horarios). Incluye
un simulador en 3D de King Kong. ¡Increíble!. Nos ubicamos en el tercer vagón,
en el lado izquierdo; había leído que era el mejor posicionamiento. Y es
cierto; no es válido para el 100% de lo que se ve, pero podríamos decir que se
ve más que en el lado derecho.
Abandonamos el parque momentáneamente (nos
ponen un sello para poder volver a entrar más tarde) y nos dirigimos a la zona
del Citywalk a comer. Aunque hay restaurantes en el interior del parque en el
exterior hay más variedad y muchas menos aglomeraciones. Comemos en un KFC,
recargamos la bebida hasta arriba antes de abandonar el local y volvemos a las
atracciones. Ahora toca ver el espectáculo de Waterworld, que se desarrolla en
un enorme decorado inspirado en la película de Kevin Kostner, dónde como no
podía ser menos el agua es protagonista. Prestamos atención a la hora de
sentarnos; distintos letreros pintados en las gradas indican el nivel de
salpicaduras que reciban los espectadores en función de la zona que elijan para
tomar asiento. Buscamos una zona de “seguridad” para no mojarnos mucho y allí
estamos entretenidos por más de media hora.
Al abandonar el “teatro” de la piscina, toca una sesión de cine 4D con Shrek. Pasamos un rato entretenido con la proyección a la vez que descansamos al fresquito del aire acondicionado. Después vamos al ride inspirado en Gru, mi villano favorito y los personajes de los minions, que por ser relativamente nuevo tiene mucho tirón entre el público, niños y no tan niños. Más tarde nos damos un paseo por el teatro donde se lleva a cabo la actuación de los Blues Brothers (un musical) y finalizamos en un graderío al aire libre donde presenciamos los trucos que nos muestran los Animal Actors.
Al abandonar el “teatro” de la piscina, toca una sesión de cine 4D con Shrek. Pasamos un rato entretenido con la proyección a la vez que descansamos al fresquito del aire acondicionado. Después vamos al ride inspirado en Gru, mi villano favorito y los personajes de los minions, que por ser relativamente nuevo tiene mucho tirón entre el público, niños y no tan niños. Más tarde nos damos un paseo por el teatro donde se lleva a cabo la actuación de los Blues Brothers (un musical) y finalizamos en un graderío al aire libre donde presenciamos los trucos que nos muestran los Animal Actors.
Aproximadamente a las 17.00 pm abandonamos
el Universal Studios. No somos gente dada a visitar parques de atracciones,
pero nos lo hemos pasado en grande, como niños. Y a pesar de ser sábado algún
empleado nos comenta que no hay tanta afluencia de público como cabría esperar
en un día así, por lo que la experiencia ha resultado plenamente satisfactoria.
Queremos acercarnos al Observatorio
Griffith ya que estamos relativamente cerca de esa zona (es una forma de
hablar, en Los Angeles nada está cerca). Al llegar allí vemos como el parking
está lleno y ofrecen alternativas en otros aparcamientos cercanos. Debe ser una
actividad habitual entre los habitantes de la ciudad subir aquí el sábado por
la noche. Nos la jugamos y subimos con el coche directamente al edificio del
observatorio. Después de un par de vueltas al minúsculo recinto veo que viene
un chico caminando con las llaves en la mano, le pregunto si se va y me asiente
señalando el que es su coche. ¡Bingo!, hemos tenido suerte.
Nos detenemos en primera instancia junto al
busto de James Dean para ver la alfombra de luces que tapiza el terreno que
alcanza nuestra vista. Luego vamos rodeando la cúpula del observatorio para
contemplar la panorámica. Accedemos al interior donde se pueden observar algunos
elementos y exposiciones relacionadas con el espacio, la ciencia, los planetas…Tomamos
un ascensor y subimos a la azotea dónde una enorme cola aguarda para acceder al
telescopio y poder observar los cráteres de la luna (hoy hay luna llena).
Empezamos a notar el cansancio y ni se nos pasa por la cabeza esperar tantísimo
tiempo, además una empleada del observatorio coloca un cartel indicando el
punto de la cola a partir del que ya no se permitirá el acceso, lo que nos
acaba de convencer.
Toca coger el coche y volver al hotel. El
GPS nos lleva por una ruta que bordea la zona de rascacielos de la ciudad, a
estas horas se iluminan con luces en su interior. Volvemos a caer en que es
sábado, y hay mucho tráfico de gente que se mueve de un lado a otro de la ciudad,
tráfico denso pero sin llegar a obligarnos a detenernos en ningún momento.
Ganamos el hotel, estamos tan cansados que no nos apetece ni cenar, sólo deseamos
ponernos en horizontal y cerrar el ojo. Además mañana tendremos la primera toma
de contacto de lo que nos espera las próximas semanas; conducir por las
carreteras de la costa oeste, el verdadero leitmotiv
del viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario