lunes, 24 de noviembre de 2014

Los Angeles. Universal Studios - (sábado, 06 de septiembre de 2014)



A las 05.00 am ya tengo el ojo abierto, el tema del nuevo huso horario se hace notar. María aún duerme por lo que aprovecho para comprobar los movimientos de la tarjeta con la wifi. Aparece una autorización por un importe de más de 200 euros por parte de Alamo. Deduzco que será una retención que realizan en concepto de garantía pero a consecuencia del episodio del día anterior con el tema de los seguros dudo por un momento. Lo mejor será llamar más tarde para salir de dudas.

Bajamos a la recepción a primera hora y conocemos al dueño del negocio, también habla un perfecto español así que le pregunto si me deja hacer una llamada local a Alamo para aclarar el entuerto de la retención de la tarjeta; asiente y me dice que primero desayunemos y luego haga la llamada desde la habitación, que me dará línea. Aunque el desayuno no aparece como incluido en la reserva, el hotel ofrece a los clientes un enorme muffin (a elegir entre chocolate y banana), una botellín de zumo y café de autoservicio en la máquina que se ubica en recepción. Lo suficiente para llenar el estómago y poder tirar unas horas.


En la habitación contacto con Alamo, pido operar en español para dejar todo muy claro y me pasan con un intérprete que resulta ser muy competente y profesional. En efecto el cargo es una retención preventiva que se reintegra al devolver el vehículo (supongo que será por el tipo de tarjeta empleada). Como la conversación es grabada anoto el número de identificación de la misma, el nombre del operador que me atiende y también la hora, no sea que luego surja algún contratiempo y haya que reclamar.

Con el entuerto deshecho ponemos rumbo a la zona del cartel de Hollywood. Es sábado y la temprana hora facilita un tránsito ágil por las autopistas de la ciudad. Tengo anotadas un par de direcciones para acercarnos lo más posible al cartel con el coche; con la primera (Mulholland Drive) no obtenemos buen resultado, con la segunda (Canyon Lake Drive) hay más suerte. Avanzamos un poco con el coche hasta encontrar una zona dónde se puede aparcar. Una pareja de españoles que vimos en el vuelo del día anterior se hacen fotos en el paraje, les saludamos. Nos damos una vuelta por la zona para acercarnos a pie a la zona del cartel y regresamos al coche desde dónde se obtienen vista de la ciudad y del embalse conocido como Hollywood Reservoir, justo en dirección contraria al archiconocido cartel.


Es hora de poner rumbo a Universal Studios, en apenas 10 minutos accedemos al parking. Son las 08.30 am y la organización en el aparcamiento a la hora de dirigir y distribuir los coches que van llegando es perfecta. Mostramos el recibo impreso que traemos desde casa y accedemos sin novedad. Para llegar a la entrada del parque hay que atravesar el Citywalk, un complejo de restaurantes y zona de ocio al descubierto de dos plantas; en menos de 10 minutos estamos en el acceso principal. Nos alegramos de no haber optado por el parking VIP frente al parking general ($20 frente a $16); definitivamente no merece la pena pagar más, el parking general te deja muy cerca de la entrada.

A la izquierda del acceso principal hay una pequeña taquilla en la que canjeamos los recibos impresos que portamos ($79 cada uno) por unas tarjetas que nos dan acceso al parque para 3 días (a gastar en el próximo año). Nos piden identificación y nos toman la huella dactilar. Solo nos queda pasar un control de seguridad en el que se revisan las mochilas (no se puede introducir comida en el parque, salvo fruta) y estamos en el acceso principal. Unos minutos antes de las 09.00 am abren las puertas y pasamos por los tornos identificándonos con la huella que poco antes nos habían tomado.



Había estudiado la ubicación de las atracciones y su demanda por parte del público así que lo primero que hacemos es dirigirnos al final del parque para bajar a través de unos largos tramos de escaleras mecánicas al Lower Lot. Allí se ubica la atracción de Transformers; un simulador virtual 3D. No voy a dar mucho detalle de las atracciones para no desvelar demasiada información. Sólo diré que esta nos encanta y como no hay cola, repetimos. Salimos de allí y a pocos metros se ubica The Mummy (La Momia); se trata de la única montaña rusa real que hay en el parque y por supuesto ambientada en la famosa película. Es una atracción corta, pero intensa. Caminamos unos metros y accedemos a Jurassic Park, sigue sin haber colas en las atracciones de esta zona por lo que accedemos rápidamente. En esta hay que estar prevenidos para no salir completamente empapados. Al finalizar la atracción hay unos aparatos de aire para que la gente pueda secarse la ropa, el pelo…los estadounidenses siempre atentos a todos los detalles….




A lo largo del parque hay aseos y fuentes de agua potable por todos los sitios, por lo que hidratarse en días de alta temperatura no se convierte en un problema. Antes de abandonar el Lower Lot visitamos brevemente un stand en el que se expone material de atrezzo y vestimenta de algunas películas. Como elemento destacado sobre todos los demás sobresale el Delorean que Marty McFly empleaba en Regreso al Futuro para viajar por el tiempo.


Retornamos al Upper Lot e intentamos mitigar el incipiente calor con los difusores de agua pulverizada que aparecen diseminados por todo el parque. Nuestro siguiente objetivo es el ride de Los Simpsons; otro simulador virtual 3D. Aquí se empieza a notar que es sábado y que ya no es tan temprano por lo que nos toca esperar cola de media hora. Desde aquí nos vamos a un escenario cubierto con un aire acondicionado puesto a demasiada potencia donde podemos ver un show que muestra algunos efectos especiales empleados en la industria del celuloide.





Es hora de dirigirse a la zona de tour por los estudios de la Universal que son el plato fuerte del parque. Con una duración algo inferior a la hora  escogemos hacerlo en idioma español (en inglés hay más frecuencia de horarios). Incluye un simulador en 3D de King Kong. ¡Increíble!. Nos ubicamos en el tercer vagón, en el lado izquierdo; había leído que era el mejor posicionamiento. Y es cierto; no es válido para el 100% de lo que se ve, pero podríamos decir que se ve más que en el lado derecho.



Abandonamos el parque momentáneamente (nos ponen un sello para poder volver a entrar más tarde) y nos dirigimos a la zona del Citywalk a comer. Aunque hay restaurantes en el interior del parque en el exterior hay más variedad y muchas menos aglomeraciones. Comemos en un KFC, recargamos la bebida hasta arriba antes de abandonar el local y volvemos a las atracciones. Ahora toca ver el espectáculo de Waterworld, que se desarrolla en un enorme decorado inspirado en la película de Kevin Kostner, dónde como no podía ser menos el agua es protagonista. Prestamos atención a la hora de sentarnos; distintos letreros pintados en las gradas indican el nivel de salpicaduras que reciban los espectadores en función de la zona que elijan para tomar asiento. Buscamos una zona de “seguridad” para no mojarnos mucho y allí estamos entretenidos por más de media hora.




Al abandonar el “teatro” de la piscina, toca una sesión de cine 4D con Shrek. Pasamos un rato entretenido con la proyección a la vez que descansamos al fresquito del aire acondicionado. Después vamos al ride inspirado en Gru, mi villano favorito y los personajes de los minions, que por ser relativamente nuevo tiene mucho tirón entre el público, niños y no tan niños. Más tarde nos damos un paseo por el teatro donde se lleva a cabo la actuación de los Blues Brothers (un musical) y finalizamos en un graderío al aire libre donde presenciamos los trucos que nos muestran los Animal Actors.



Aproximadamente a las 17.00 pm abandonamos el Universal Studios. No somos gente dada a visitar parques de atracciones, pero nos lo hemos pasado en grande, como niños. Y a pesar de ser sábado algún empleado nos comenta que no hay tanta afluencia de público como cabría esperar en un día así, por lo que la experiencia ha resultado plenamente satisfactoria.

Queremos acercarnos al Observatorio Griffith ya que estamos relativamente cerca de esa zona (es una forma de hablar, en Los Angeles nada está cerca). Al llegar allí vemos como el parking está lleno y ofrecen alternativas en otros aparcamientos cercanos. Debe ser una actividad habitual entre los habitantes de la ciudad subir aquí el sábado por la noche. Nos la jugamos y subimos con el coche directamente al edificio del observatorio. Después de un par de vueltas al minúsculo recinto veo que viene un chico caminando con las llaves en la mano, le pregunto si se va y me asiente señalando el que es su coche. ¡Bingo!, hemos tenido suerte.

Nos detenemos en primera instancia junto al busto de James Dean para ver la alfombra de luces que tapiza el terreno que alcanza nuestra vista. Luego vamos rodeando la cúpula del observatorio para contemplar la panorámica. Accedemos al interior donde se pueden observar algunos elementos y exposiciones relacionadas con el espacio, la ciencia, los planetas…Tomamos un ascensor y subimos a la azotea dónde una enorme cola aguarda para acceder al telescopio y poder observar los cráteres de la luna (hoy hay luna llena). Empezamos a notar el cansancio y ni se nos pasa por la cabeza esperar tantísimo tiempo, además una empleada del observatorio coloca un cartel indicando el punto de la cola a partir del que ya no se permitirá el acceso, lo que nos acaba de convencer.



Toca coger el coche y volver al hotel. El GPS nos lleva por una ruta que bordea la zona de rascacielos de la ciudad, a estas horas se iluminan con luces en su interior. Volvemos a caer en que es sábado, y hay mucho tráfico de gente que se mueve de un lado a otro de la ciudad, tráfico denso pero sin llegar a obligarnos a detenernos en ningún momento. Ganamos el hotel, estamos tan cansados que no nos apetece ni cenar, sólo deseamos ponernos en horizontal y cerrar el ojo. Además mañana tendremos la primera toma de contacto de lo que nos espera las próximas semanas; conducir por las carreteras de la costa oeste, el verdadero leitmotiv del viaje.


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